jueves, 13 de mayo de 2021

Crimen y Castigo

 


Raskólnikov, un estudiante de San Petersburgo, se ve obligado a suspender sus estudios por la miseria en la cual se ve envuelto, a pesar de los esfuerzos realizados por su madre Pulqueria y su hermana Dunia para enviarle dinero. Raskólnikov recurre a una anciana prestamista vil y egoísta, en cuya casa empeña algunos objetos de valor.

Su hermana Dunia, con la intención de ayudarlo, acepta la propuesta de matrimonio de un rico abogado, hecho que hace enfadar a su hermano. Pero aunque no quiera aceptar esta ayuda, Raskólnikov tiene aires de grandeza, y en sus delirios se comparar con Napoleón. Así que tiene la idea de matar y robar a Aliona Ivánovna, la vieja usurera.

Raskólnikov decide asesinar a la anciana, no solo con el objetivo de robarle sino también por considerarla un ser humano inútil para la sociedad, un piojo que solo puede entorpecer a quienes la rodean. Sin embargo, la posición de Raskólnikov es mucho más compleja: ha asumido que la sociedad se halla dividida en dos tipos de seres humanos; aquellos superiores que tienen derecho a cometer crímenes por el bienestar general de la sociedad y aquellos inferiores que deben estar sometidos a las leyes. La única justificación moral que puede tener la acción de Raskólnikov es que él sea un hombre superior, en cuyo caso no ha de sentir ningún tipo de arrepentimiento por su acción. Cuando ejecuta su plan, se ve obligado a asesinar también a la hermana de la usurera.


Sonia, la hija de un borracho, conocido del Raskólnikov, se ha prostituido para ayudar a su familia. Después que el  borracho muere, el joven colabora con Sonia dándole algunas monedas y ayudando a su familia.

Presa de la ansiedad, la agitación nerviosa y los remordimientos, asume que no puede convertirse en un hombre superior y que por lo tanto pertenece al tipo de hombre que tanto desprecia. Raskólnikov se entrega entonces a las autoridades, víctima de las presiones policiales. 

Es enviado a las cárceles en Siberia para cumplir su condena y Sonia se va con él a acompañarlo al presidio, en donde Raskólnikov se da cuenta de que la ama y que quiere terminar su condena para vivir junto a ella.

jueves, 25 de abril de 2019

El cura Hidalgo y sus amigos


Curas ilustrados y con hijos, boticarios de pueblo, músicos, licenciados, notarios, pequeños comerciantes, administradores de correos, soldados que nunca habían hecho guerras, un arsenal de una docena de lanzas: una conspiración que parecía condenada al fracaso, repleta de indecisos y rodeada por traidores. Cada uno puede celebrar la Independencia a su gusto: a Paco Ignacio Taibo II le atrae la idea de reconstruir nuestro santoral laico, recuperar abuelitos alucinados en guerra de hombres libres, humanizar personajes, difundir rumores, contar anécdotas. Acercar el pasado para poder tocarlo. Quizá sea el momento de decir: ¡Viva el cura Hidalgo y sus amigos! ¡Vivan los héroes que nos dieron patria! Sus fantasmas siguen entre nosotros.

Después de un viaje familiar para conocer nuestro México a San Miguel de Allende, Atotonilco, Dolores Hidalgo y Guanajuato, me resultó ser muy provechoso y espero que para mi hijo también. Visitar lugares históricos donde se forjó la independencia de nuestro país me llena de orgullo, saber que hombres con valor dieron su vida para darnos libertad.

La historia cambia, parecer ser el juego del teléfono descompuesto, que si Hidalgo es como actualmente lo conocemos, que si dio o no dio él las campañas, que si el Pipila realmente existió o que fueron más de un Pipila, la esencia es la misma, sólo los estudiosos saben por que estos cambios pueden llegar a manipular a las masas.

Un libro que nos da un resumen rápido del movimiento de independencia, de lectura agradable y el característico humor del autor hace que la lectura sea muy agradable.






El Pipila quemando las puertas en la Alhóndiga de Granaditas






domingo, 13 de enero de 2019

El Extranjero

El extranjero, tiene como referencia omnipresente a Meursault, su protagonista, a quien una serie de circunstancias conduce a cometer un crimen aparentemente inmotivado. El desenlace de su proceso judicial no tendrá más sentido que su vida, corroída por la cotidianidad y gobernada por fuerzas anónimas que, al despojar a los hombres de la condición de sujetos autónomos, los eximen también de responsabilidad y de culpa.

Albert Camus (1913-1960) no sólo fue uno de los escritores más prestigiosos de la generación que llegó a la madurez entre las ruinas, la frustración y la desesperanza de la Europa demolida por las dos Guerras Mundiales, sino que el paso del tiempo agiganta cada vez más su figura excepcional y el valor de su obra.